Un minuto de vida

Buenos días doctor, ¿qué casos tenemos para hoy?

En la intersección entre la psiquiatría y la oncología, existe una rama de la clínica que se conoce como psicooncología. En esta trabajan profesionales de la salud de medicina, psicología y enfermería, y muchos otros. Es muy posible que hayan tenido oportunidad de haber conocido o ser atendido por alguno de ellos, porque el cáncer y la salud mental van cogidos de la mano.

No hace mucho, he revivido algunas de las experiencias más bonitas que he tenido interaccionando con profesionales del campo. No obstante, me guardo para unas líneas más abajo describir lo que queda de todo aquello. Quizá sea atrevido, pero partiré de algo personal. Murió un día de marzo de 2017. Era una mujer, nacida en Palma de Mallorca, de madre catalana y padre canario. 

— Mira… ¿ves la masa en Sigma? Hay lesiones extendidas en pulmón, hígado y peritoneo. El pronóstico es grave. — me indica el internista, señalando en la imagen del ordenador. Curiosamente, nos conocíamos de vista del Clínic, cuando hacía suplencias de ‘camillero’ algunos veranos e inviernos mientras estudiaba la carrera.

Me reúno con mis padres y, abrazándoles, lloramos durante diez minutos. Es ahí donde empieza una historia donde la salud mental y la oncología van cogidas de la mano, que aún hoy perdura. Quizá se pregunten ahora qué queda de todo aquello. La respuesta es muy sencilla: un profundo agarre a la vida, en todas sus dimensiones.