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Dormir bien, recordar mejor
Las personas pasamos aproximadamente una tercera parte de nuestras vidas durmiendo, y otros animales incluso más. Pero todavía no comprendemos completamente por qué necesitamos hacerlo. De hecho, ¿quién no se ha dicho alguna vez: ‘bueno, si duermo tres horas, mañana estaré perfecto/a para el examen’?
Se han propuesto diversas respuestas potenciales relacionadas con el sistema inmunológico, los sistemas hormonales, los mecanismos de regulación de la temperatura corporal y los procesos metabólicos básicos —ya habíamos visto que tenemos una lavadora en el cerebro—: el sueño es esencial para todas estas funciones corporales. Pero ¿qué papel tiene el sueño en las funciones cognitivas, es decir, en nuestras capacidades intelectuales?
Carta a mi yo del pasado: el efecto del alcohol en el cerebro
Muchos de nosotros/as, en mayor o menor medida, hemos tomado alcohol en cantidades más bien elevadas cuando éramos jóvenes. No te sientas raro, esto caracteriza una gran parte de la población española desde hace décadas. Conocemos bien los efectos inmediatos de la toma de alcohol como la desinhibición, la exaltación de la amistad y el amor, la alegría o incluso la euforia. Estos efectos se engloban dentro de un estado ‘activado’ del equilibrio del cableado del cerebro, que es el que hace que podamos sentir que lo pasamos bien.
Pero creo que es importante que sepas que esto no viene libre de consecuencias. Te voy a explicar aquí por qué pienso que deberías tener cuidado con el alcohol ahora que eres joven, mientras tu cerebro está inmerso en cambios fundamentales que forman parte de su desarrollo. Esto va a determinar, en mucha medida, tu calidad de vida ahora y más adelante. Cuanto antes tomes consciencia de ello y entiendas sus efectos, antes vas a contar con una ventaja valiosa, que impactará muy favorablemente tu bienestar. Tal vez no seas tú quien bebe cada fin de semana hasta que, a veces, devuelves la cena. Quizá sea un amigo o amiga. Este artículo también está dirigido a ti.
Substance X: history of the discovery of insulin
Leonard Thompson was the first human being, a 14-year-old boy, to receive a life-saving insulin injection on January 23, 1922. Leonard was diagnosed with nowadays type I diabetes, which was fatal in a short time. He had already received a first injection on the 11th, which had a limited effect.
But the image of a little boy getting life back in his cheeks after an injection in a Toronto hospital is perhaps one of the most magical moments in the history of science. It represents the tenacity of a team of researchers with Frederick Gates Banting at the helm. This story begins the way it ends: saving lives.
PADES o com morir amb dignitat humana
En el transcurs de les darreres fases d’evolució d’una persona amb una malaltia que posarà fi a la seva vida, les necessitats de pacients i famílies són d’elevada sensibilitat. En aquest termini de temps, el tractament dels pacients, però també del seu entorn més immediat, s’anomena en argot de salut cures pal·liatives. A Catalunya existeix un sistema d’atenció activat pel servei de salut, a través del metge de capçalera: és el Programa d’Atenció Domiciliària i Equips de Suport, anomenat també PADES.
We have a washing machine in the brain
One of the best known methods of torture is sleep deprivation. The consequences are familiar to all of us who are parents. You wake up the next day thinking that nothing good can happen that day. You drag yourself down to your daily chores, with one of the biggest downfalls the possibility of two or three such nights of bullfighting.
Sleep stands for the good functioning of our cognitive and emotional capacities, as well as other less well-known functions. As recently discovered, it plays a crucial role in removing substances that accumulate in the brain. Yes, folks, we also run the washing machine at night.
L’única cosa que podem dir de la paraula ‘mediocre’ és que és això, mediocre
La paraula mediocre, o el seu nom associat, la mediocritat, són dues de les paraules que m’agradaria que desapareguessin dels diccionaris. I explicaré el perquè. Bé, de fet no cal que desapareguin, però crec que caldria desvincular-la de les persones. Un àpat que no ens agrada a un restaurant perquè està cuinat d’aquella manera i en paguem un preu excessiu podria ser una experiència que se situés lluny de l’excel·lència.
Aquesta altra paraula, excel·lència, també hauria de ser utilitzada amb cura, i en els últims anys, en determinats sectors de la societat ha esdevingut l’eslògan favorit. Aquí us presento una petita dissertació del que a mi em sembla que aquestes dues paraules suposen quan les fem servir en les persones. Analitzaré la subjectivitat del llenguatge, les creences limitants que en deriven a través de mecanismes cognitius del cervell i la psique, i el seu impacte en l’alumnat.
Una flor de loto en el lodo
Hoy la historia es para vosotros, los más jóvenes, los Z, o cualquiera que sea la etiqueta que os han puesto. Trata del suicidio. De cómo yo también perdí un amigo muy cercano, y de que es más importante lanzar el SOS a tiempo que perderos como presente y futuro. Trata de que ‘los adultos’ queremos estar con vosotros. También es una historia para todos y todas las que os rodean. La tenía que contar algún día.
Tenemos una lavadora en el cerebro
Uno de los métodos conocidos de tortura es la privación del sueño. Sus consecuencias las conocemos todos los que somos padres y madres, por ejemplo. Te levantas al día siguiente pensando que nada bueno puede ocurrir ese día, arrastrándote hasta los quehaceres diarios, siendo uno de los mayores despropósitos la posibilidad de encadenar dos o tres noches toreras como esa.
Por eso, el sueño es clave para el buen funcionamiento de nuestras capacidades cognitivas y emocionales, además de otras funciones menos conocidas y evidentes. De hecho, tiene un papel clave en la limpieza de sustancias mientras dormimos. Sí, amigos: durante nuestras noches también ponemos en marcha la lavadora.